Mantecados de canela

He estado mirando mcuhas recetas de mantecados, comparando ingredientes, viendo las fotos... Al final me decidí por esta receta de Auro, y han salido riquísimos, ¡qué bien! Comer tus propios mantecados da una satisfacción similar a la de hacer pan en casa, además quedan preciosos, y es de esas recetas sencillas que dan buenísimos resultados. ¡Quién me iba a decir a mí que haría mantecados y estarían tan ricos!

Ingredientes:

280 gr. de azúcar (sólo se añaden a la masa 80 gr. y el resto es para espolvorear, ¡¡me sobró casi toda!!)
600 gr. de harina
50 gr. de almendras crudas (yo la puse ya molida , pero no es necesario)
180 gr. de manteca de cerdo a temperatura ambiente (la mía, de cerdo ibérico)
1 cdta. de canela (para mí están muy bien easí, pero si os gusta que sepan bastante a canela, mejor dos)

Preparación:

Poner el azúcar en el vaso muy, muy seco, y pulverizar durante 1 minuto, velocidad 9. Retirar y reservar.
Echar en el vaso las almendras y la harina y pulverizar durante 20 segundos, vel. 9. Programar 30 minutos, 100º, velocidad 4, quitando el cubilete para facilitar la pérdida de humedad. Durante ese tiempo, lo que se hace es eliminar la humedad de la harina, por lo que va saliendo un poquito de vapor (apenas se ve) y la tapadera se va llenando de agua condensada por la parte de abajo. Lo mejor es parar varias veces durante el proceso (yo lo paré unas 4 veces, creo) y secar bien la tapadera por debajo para que el agua no gotee de nuevo sobre la harina, ya que eso no contribuiría mucho al secado, jeje. Cuando abramos, bajar también con la espátula la harina que quede en las paredes.
Una vez acabado el tiempo, retirar del vaso, colocar un recipiente sobre la tapadera y pesar la mezcla. Debe pesar 550 gr. Si sobra algo, retirarlo. En mi caso pesaba unos 580 gr, así que le quité un poquito para dejarlo en 550 gr. Dejar enfriar.
A continuación, poner en el vaso 80 gr. del azúcar reservado (según lo golosos que seamos, admite hasta 100 gr., yo puse 90 gr.) y añadir la manteca de cerdo, la canela y la mezcla de harina y almendras, ya fría. Amasar 30 segundos, velocidad 6, ayudándose con la espátula. Queda una masa muy densa y con aspecto como arenoso, quedan como pedacitos sueltos, de modo que al verla pensamos algo así como "¿de aquí voy a sacar yo mantecados?", pero sí, con el reposo en la nevera se compacta. Sacar la masa del vaso, hacer una bola, meter en una bolsa de plástico y dejar reposar en el frigorífico, al menos una hora.
Estirar la masa entre dos láminas de plástico o de papel vegetal, delicadamente, dejándola de 1 cm de grosor. Al principio parece que los bordes se "cuartean", pero es fácil de arreglar con las manos. Cortar con cortapastas o con el cubilete, colocar sobre la bandeja engrasada o cubierta con papel vegetal o lámina antiadherente. Introducir la bandeja en el horno precalentado a 150ºC durante 10 ó 15 minutos.
Retirar del horno y, una vez fríos, espolvorear con abundante azúcar glas. Se pueden envolver en cuadraditos de papel de seda de colores.


Notas: a ver si me acuerdo de todas las cosas que quería decir, aunque ya he ido comentando algunos puntos. En cuanto al azúcar glas, la próxima vez creo que pulverizaré como mucho 150 gr., a mí me ha sobrado prácticamente toda. Para espolvorear, iba poniendo en un colador y dándole toquecitos sobre los mantecados, tampoco es plan de "emborrizarlos" de azúcar, ¿no?
Con respecto al tamaño, he hecho algunos con cortapastas, con forma de estrella, de corazón... Pero creo que los auténticos mantecados deben ser redondos, así que casi todos los he cortado con el cubilete. Salen perfectos, pero más bien grandecitos, así que el inconveniente es que salen menos y que llenan bastante.
Lo último que quiero matizar es respecto al tiempo de horneado: la primera hornada la puse 12 minutos, fui a ver, parecía que estaban igual que antes (aunque olían muy bien), lo puse otros 5 y como seguían blanquitos puse calor a 200ºC sólo arriba 3 minutos más. Perfectos. La segunda hornada la hice varias horas después, por lo que esta vez precalenté el horno a 150º, al meterlos lo subí a 200ºC, calor sólo arriba, 14 minutos. Perfectos también (más blanquitos, pero de sabor igual). Conclusión: no parece que sean muy delicados a la hora de hornear.