Fajitas de pollo (tradicional)

¡¡Por fin he vuelto!! Después de mis pequeñas vacaciones en el mar y una semana de descanso post-vacaciones, vuelvo dispuesta a inundaros de recetas, jeje.
Estas fajitas son tan fáciles de hacer que parece una tontería poner la "receta", pero es que siempre las veo por ahí más complicadas, y creo que ésta sale mucho más buena con menos trabajo. Lo primero es que cuando las hemos probado añadiendo sobrecitos de esos preparados de especias tipo Old El Paso no están tan buenas ¡ni de lejos! De verdad que os animo a probarlas, es de esas recetas que son tan sencillas que parece que van a quedar un poco "sin gracia", pero de eso nada.

Ingredientes:

Filetes de pechuga de pollo
Pimiento rojo
Pimiento verde
Cebolla
Tomate natural troceado (de lata)
Sal y pimienta
Unas gotas de Tabasco
Tortillas de maíz
Queso rallado (yo uso emmental o uno tipo mozarella que pone "especial para pizzas")

Preparación:

Cortar en tiras (el grosor dependerá de cómo queramos encontrarlas luego, yo las corto no demasiado finas, y larguitas) los pimientos y la cebolla. En un poco de aceite de oliva, sofreir primero la cebolla un poquito, y luego echar los pimientos. Cuando ya estén medio tiernos, añadir el pollo y dar unas vueltas, hasta que coja buena color. Añadir entonces el tomate, salpimentar, echar unas gotas de Tabasco (alegremente si nos gusta que pique) y dejar a fuego lento un ratito, hasta que se fría el tomate y pierda todo el líquido. Mi sofrito en este punto está más o menos así:


Calentar una tortilla de maíz en la sartén a fuego medio, sin aceite, por ambas caras, hasta que cambie la textura y se ponga más blandita. Poner entonces la cantidad de sofrito que queramos en el centro y cubrirlo de queso rallado. Cerrar primero un lado y luego el otro hasta que quede como se ve en la foto, dar la vuelta (sólo un momento) para que se funda el queso y sacar. Para que sepan todavía más autéticas, lo mejor es acompañarlas con una Coronita o similar.
Creo que parte de lo buenas que están es que el queso se funde y queda calentito, sin embargo en la preparación más tradicional se llevan las tortillas a la mesa por separado y allí se les añade el relleno y el queso, ¡os garantizo que no es lo mismo!